miércoles, 11 de marzo de 2009

Extranjeros


Hace pocos días se jugó la final de la Copa del Rey en España. Tau de Vitoria le ganó 100-98 en tiempo extra a Unicaja Málaga. Hubo euforia en ambas ciudades a su regreso, sin importarles que en sus equipos no figuraran más de cuatro españoles.

En Europa no hay problemas con que la mayoría sean extranjeros. No creen que ello impida la aparición de buenos jugadores o que a la selección le vaya mal. Por el contrario, España es el último campeón mundial y subcampeón olímpico, dando dura batalla a Estados Unidos. También está entre los mejores equipos juveniles del orbe y Ricky Rubio, con menos de 18 años, fue la revelación en Beijing.

Está largamente probado que la presencia de extranjeros contribuye a mejorar el nivel del básquetbol en cada país. Hace rato que la mejor liga del mundo, la NBA, entendió que por un mejor espectáculo y también para asimilar otras técnicas había que incorporar extranjeros. En sus 30 equipos hay más de 80, como el español Pau Gasol, el chino Yao Ming, el alemán Dirk Nowitzki, el francés Tony Parker y los argentinos Luis Scola y Emanuel Ginobili.

Suma y sigue. En todas partes es igual. En Uruguay comienza la final entre Biguá y Defensor Sporting, y en sus planteles hay 3 a 4 extranjeros. Los punteros del básquetbol argentino, Atenas, Peñarol y Libertad, tienen dos y tres foráneos. Lo mismo en el baloncesto de Venezuela y hasta en el de Brasil.

Anoche comenzó en Santiago del Estero la final de la Liga Sudamericana -donde estará arbitrando el chileno Patricio Menares-, con Quimsa, Regatas de Corrientes, campeón anterior, Flamengo y Cúcuta de Colombia. Nueve extranjeros juegan en estos equipos...

Y los únicos que están a punto de eliminar los extranjeros son los chilenos. La Dimayor, que el año pasado tuvo tres en cada equipo, a duras penas consiguió que sus clubes aceptaran jugar esta temporada con uno. De un extremo a otro... Tres es bueno para nuestro básquetbol, pero bajar al mínimo ahondará los problemas. Una liga profesional no puede contar con menos de dos. Así lo entendió incluso la propia federación, que en las ligas B y C de clubes aficionados acepta la inclusión de un extranjero.

La atracción y el mejoramiento de la Dimayor no lo proporcionarán los nuevos incorporados como Everton y Sagrados Corazones, sino que el mayor número de buenos foráneos.

Juan Aguad 
Fuente: Diario El Mercurio

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