¡Qué grande es esta Selección! En una demostración de carácter, corazón y talento, España sometió a Grecia por 82-77. Fue una guerra, un partido rudo, intenso y agresivo, cargado de técnicas, antideportivas y problemas, pero España mantuvo la calma y la frialdad para anotar 27/28 tiros libres (8/8 en el último minuto) y acabar ganándose un merecido billete para la final. Juan Carlos Navarro (23 puntos, 17 de ellos en la segunda mitad), José Manuel Calderón (18 y dos robos decisivos) y Pau Gasol (23 puntos, 6 rebotes y 4 tapones) dinamitaron el encuentro a base de talento. España espera ahora rival, con el Lituania – Rusia a las 21:30h
Madrid, 15 Sep. 2007.- ¡Esta Selección es increíble! Un partido durísimo, igualado y espectacular puso a prueba como nunca a los ‘Golden Boys’, que respondieron ganando por 82-77 ante el delirio de 15.500 entusiastas aficionados en las gradas.
Pero qué duro fue. Grecia obligó a España a dar lo mejor de sí, incluso lo que no tenía. Juan Carlos Navarro (23 puntos; 17 en la segunda mitad) hizo un partido memorable, Pau Gasol fue decisivo en ambas canastas (23 tantos, 6 rebotes, 4 tapones y muchísima intensidad), José Manuel Calderón (18 puntos) apareció con dos robos decisivos, con un triple que vale oro y un temple que no tiene precio. Un manotazo clave de Garbajosa en una penetración rival abocada al desastre, el inestimable trabajo de un Carlos Jiménez que merece un monumento... y así podríamos seguir muchos, muchos párrafos.
¡Qué voracidad! Que ganas de ganar. No es gratuito decir que en otro tiempo no muy lejano, esta selección se habría derretido ante la agresividad griega, ante la presión y las discutibles decisiones arbitrales. Estos chicos no. Cuando más duro defendía Grecia, cuando más difíciles de entender podían parecer algunas decisiones, España se creció. No sólo acertó en tiros clave, con Calderón y Navarro como líderes, sino que no le tembló el pulso en los tiros libres.
Con lo fácil que es fallar y España acertó en 27 de 28. Un 96,4%, que se dice pronto. Y 8/8 en el último minuto, cuando las manos sudan y el corazón late a toda velocidad. Pero ni Jiménez ni Garbajosa, ni Calderón ni Navarro... Todos los lanzamientos entraron y Grecia no tuvo margen para su enésimo milagro.
Porque Grecia no fue esta vez el equipo que perdió en la final mundial por 23 puntos o en la primera fase por 18. No, fue el defensor del título europeo, el equipo que quería ganar o morir con las botas puestas, y que en consecuencia hizo su mejor partido en un año. Spanoulis (24 puntos) tuvo una actuación magistral y Tsartsaris (7 puntos, 5 rebotes y muchos problemas a Pau Gasol) y Vasilopoulos (10 tantos con tres triples) sorprendieron mucho. Pero, sobre todo, Grecia hizo muchísimo daño con los rebotes ofensivos, una sangría que consumió a España e impidió la ruptura del partido.
El encuentro fue una guerra. Grecia convirtió en una máxima las palabras de Pepu en la previa ("Lo importante es que nosotros mantengamos nuestro estilo, que es la velocidad, difícil de contrarrestar de forma legal”) y jugó con dureza y agresividad, al borde de lo permitido. Quejas constantes de los jugadores españoles, un par de tanganas, alguna que otra antideportiva, dos técnicas a España... Una batalla que perfectamente podría haber sacado del partido a la Selección... pero que, afortunadamente, no lo hizo. Y es que este equipo tiene nervios de acero.
España empezó muy bien
Un alley-oop culminado por Pau Gasol a los seis segundos, a pase de Rudy Fernández, inauguró el marcador de la mejor forma posible para España. Sin embargo, el dominio griego en el rebote ofensivo y la imposibilidad de que llegasen buenos balones a Pau Gasol, buscado persistentemente, permitieron a los helenos tomar ventaja (6-10, con un triple de Dikoudis). El ciclón compuesto por el dúo Calderón-Pau Gasol cambió entonces el partido. Tres triples del base, enchufadísimo, y buenas acciones de un Pau que cerró el primer cuarto con ocho puntos, permitieron a la Selección dominar por 24-18 en el parcial inicial.
De +11 a los nervios de la reacción griega
Dos triples de Navarro y otro de Cabezas, acompañados de buenas acciones defensivas, dieron una nueva vuelta de tuerca al choque (37-26). Y entonces llegaron los nubarrones: Grecia apretó en defensa, con mucha (demasiada) agresividad y un juego al borde de lo legal, y el trío Diamantidis-Spanoulis-Papaloukas tomó el control del juego. Entre tanto, Tsartsaris ponía en dificultades a Pau Gasol en ataque y defensa y la renta se esfumaba por momentos. Cinco puntos seguidos de Spanoulis propiciaron un 39-37 y una canasta de Tsartsaris la igualdad (39-39). Pau Gasol pudo dar un cierto margen tranquilizador (41-39) al intermedio.
El inicio del tercer cuarto confirmó la reacción griega. Constante igualdad, con Pau Gasol anotando y sacando faltas a sus defensores y Spanoulis haciendo lo propio al otro lado. Una canasta del griego dio la primera ventaja a los helenos desde el primer cuarto (47-49). Navarro replicó con un triple (50-49), pero otro de Vasilopoulos (50-53) obligó a Pepu a pedir tiempo muerto. Las quejas eran, además, constantes: Grecia defendía al límite y los colegiados apenas castigaban faltas.
¡Esto es la guerra!
Navarro, con siete puntos consecutivos, se atrevía a competir con el inspiradísimo Spanoulis (18 puntos ya) y, con la ayuda de Pau Gasol, situó a España de nuevo por delante (59-58). Concentradísima, la Selección no perdonaba ni un solo tiro libre (16/16). Aun así, Grecia se fue al final del tercer cuarto con ventaja (59-60) y los ánimos se caldearon con una tangana provocada por Diamantidis.
Un triple de Navarro y una agresión de Tsartsaris a Garbajosa, saldada con antideportiva, dieron a España algo de aire (64-60). El público se crecía y España, también: taponazo de Pau Gasol y cuarta falta de Tsartsaris, que llevaba al de Sant Boi por el camino de la amargura. Una durísima falta de Dikoudis permitió a Pau aumentar ligeramente la renta (65-60) y trajo, de paso, el único error español en los tiros libres.
El partido era una guerra, con los nervios a flor de piel. Estaba en juego la final de un Eurobasket y nadie iba a ceder. Spanoulis, desde luego, no: un 2+1 sacaba a Grecia de 4:13 sin anotar (65-63), y una técnica a Rudy Fernández daba a Diamantidis la posibilidad de empatar (65-65) y, acto seguido, Papadopoulos anotaba. Parcial 0-7 en apenas 30 segundos (65-67)
Navarro y Calderón disparan a la Selección
España estaba ofuscada con el arbitraje. Afición, jugadores y banquillo. Había que jugar y olvidarse de ello: Calderón lo hizo con un triple balsámico y Navarro anotó en una ardua penetración; 70-67 a tres minutos del final. Grecia fallaba, pero vivía gracias a su dominio del rebote ofensivo.
A 2:07, Pau Gasol machacaba con fuerza, instantes después Calderón robaba un balón y anotaba en contraataque. La euforia inundaba el pabellón cuando Pepu solicitaba un tiempo muerto a 1:44. La victoria, la final, estaba más cerca: 74-68. Pero Grecia es muy guerrera y de estas ha remontado varias... todavía habría que sufrir.
Spanoulis acercaba a los helenos (74-70), pero Calderón pescaba otro robo, facilitado por una sabia mano de Garbajosa en la penetración de Vasilopoulos. Los tiros libres de Calderón dieron un margen de tranquilidad (76-70), liquidado acto seguido por un triple de Vasilopoulos (76-73). A 24 segundos Jiménez era objeto de falta y no le tembló la mano: 78-73. Pero Zisis respondía de tres (78-76) y obligaba a Garbajosa a atinar. Tampoco falló. Ni Navarro poco después. ¡España era finalista!
82 - España (24+17+18+23): Calderón (18), Fernández (2), Jiménez (5), Reyes (2), Pau Gasol (23) -cinco inicial-, Garbajosa (6), Navarro (23), Marc Gasol (-), Mumbrú (-) y Cabezas (3).
77 - Grecia (18+21+21+17): Diamantidis (6), Chatzivretas (3), Kakiouzis (8), Dikoudis (8), Papadopoulos (2) -cinco inicial-, Tsartsaris (7), Spanoulis (24), Vasilopoulos (10), Zisis (6) y Papaloukas (3).
Arbitros: Drabkovsky (UKR), Belosevic (SRB) y Ziemblicki (POL). Excluyeron por personales a Tsartsaris (m.40). Señalaron técnica a Pepu Hernández (m.20) y Fernández (m.35).
Incidencias: encuentro correspondiente a las semifinales del Europeo 2007 disputado en el Palacio de los Deportes de Madrid ante unos 15.500 espectadores. Los Duques de Lugo, Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, presidieron el encuentro desde el palco de honor junto a Mercedes Cabrera, ministra de Educación y Ciencia; el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Saez, y el Presidente ACB Eduardo Portela.
Pablo Malo de Molina
ACB.COM
Madrid, 15 Sep. 2007.- ¡Esta Selección es increíble! Un partido durísimo, igualado y espectacular puso a prueba como nunca a los ‘Golden Boys’, que respondieron ganando por 82-77 ante el delirio de 15.500 entusiastas aficionados en las gradas.
Pero qué duro fue. Grecia obligó a España a dar lo mejor de sí, incluso lo que no tenía. Juan Carlos Navarro (23 puntos; 17 en la segunda mitad) hizo un partido memorable, Pau Gasol fue decisivo en ambas canastas (23 tantos, 6 rebotes, 4 tapones y muchísima intensidad), José Manuel Calderón (18 puntos) apareció con dos robos decisivos, con un triple que vale oro y un temple que no tiene precio. Un manotazo clave de Garbajosa en una penetración rival abocada al desastre, el inestimable trabajo de un Carlos Jiménez que merece un monumento... y así podríamos seguir muchos, muchos párrafos.
¡Qué voracidad! Que ganas de ganar. No es gratuito decir que en otro tiempo no muy lejano, esta selección se habría derretido ante la agresividad griega, ante la presión y las discutibles decisiones arbitrales. Estos chicos no. Cuando más duro defendía Grecia, cuando más difíciles de entender podían parecer algunas decisiones, España se creció. No sólo acertó en tiros clave, con Calderón y Navarro como líderes, sino que no le tembló el pulso en los tiros libres.
Con lo fácil que es fallar y España acertó en 27 de 28. Un 96,4%, que se dice pronto. Y 8/8 en el último minuto, cuando las manos sudan y el corazón late a toda velocidad. Pero ni Jiménez ni Garbajosa, ni Calderón ni Navarro... Todos los lanzamientos entraron y Grecia no tuvo margen para su enésimo milagro.
Porque Grecia no fue esta vez el equipo que perdió en la final mundial por 23 puntos o en la primera fase por 18. No, fue el defensor del título europeo, el equipo que quería ganar o morir con las botas puestas, y que en consecuencia hizo su mejor partido en un año. Spanoulis (24 puntos) tuvo una actuación magistral y Tsartsaris (7 puntos, 5 rebotes y muchos problemas a Pau Gasol) y Vasilopoulos (10 tantos con tres triples) sorprendieron mucho. Pero, sobre todo, Grecia hizo muchísimo daño con los rebotes ofensivos, una sangría que consumió a España e impidió la ruptura del partido.
El encuentro fue una guerra. Grecia convirtió en una máxima las palabras de Pepu en la previa ("Lo importante es que nosotros mantengamos nuestro estilo, que es la velocidad, difícil de contrarrestar de forma legal”) y jugó con dureza y agresividad, al borde de lo permitido. Quejas constantes de los jugadores españoles, un par de tanganas, alguna que otra antideportiva, dos técnicas a España... Una batalla que perfectamente podría haber sacado del partido a la Selección... pero que, afortunadamente, no lo hizo. Y es que este equipo tiene nervios de acero.
España empezó muy bien
Un alley-oop culminado por Pau Gasol a los seis segundos, a pase de Rudy Fernández, inauguró el marcador de la mejor forma posible para España. Sin embargo, el dominio griego en el rebote ofensivo y la imposibilidad de que llegasen buenos balones a Pau Gasol, buscado persistentemente, permitieron a los helenos tomar ventaja (6-10, con un triple de Dikoudis). El ciclón compuesto por el dúo Calderón-Pau Gasol cambió entonces el partido. Tres triples del base, enchufadísimo, y buenas acciones de un Pau que cerró el primer cuarto con ocho puntos, permitieron a la Selección dominar por 24-18 en el parcial inicial.
De +11 a los nervios de la reacción griega
Dos triples de Navarro y otro de Cabezas, acompañados de buenas acciones defensivas, dieron una nueva vuelta de tuerca al choque (37-26). Y entonces llegaron los nubarrones: Grecia apretó en defensa, con mucha (demasiada) agresividad y un juego al borde de lo legal, y el trío Diamantidis-Spanoulis-Papaloukas tomó el control del juego. Entre tanto, Tsartsaris ponía en dificultades a Pau Gasol en ataque y defensa y la renta se esfumaba por momentos. Cinco puntos seguidos de Spanoulis propiciaron un 39-37 y una canasta de Tsartsaris la igualdad (39-39). Pau Gasol pudo dar un cierto margen tranquilizador (41-39) al intermedio.
El inicio del tercer cuarto confirmó la reacción griega. Constante igualdad, con Pau Gasol anotando y sacando faltas a sus defensores y Spanoulis haciendo lo propio al otro lado. Una canasta del griego dio la primera ventaja a los helenos desde el primer cuarto (47-49). Navarro replicó con un triple (50-49), pero otro de Vasilopoulos (50-53) obligó a Pepu a pedir tiempo muerto. Las quejas eran, además, constantes: Grecia defendía al límite y los colegiados apenas castigaban faltas.
¡Esto es la guerra!
Navarro, con siete puntos consecutivos, se atrevía a competir con el inspiradísimo Spanoulis (18 puntos ya) y, con la ayuda de Pau Gasol, situó a España de nuevo por delante (59-58). Concentradísima, la Selección no perdonaba ni un solo tiro libre (16/16). Aun así, Grecia se fue al final del tercer cuarto con ventaja (59-60) y los ánimos se caldearon con una tangana provocada por Diamantidis.
Un triple de Navarro y una agresión de Tsartsaris a Garbajosa, saldada con antideportiva, dieron a España algo de aire (64-60). El público se crecía y España, también: taponazo de Pau Gasol y cuarta falta de Tsartsaris, que llevaba al de Sant Boi por el camino de la amargura. Una durísima falta de Dikoudis permitió a Pau aumentar ligeramente la renta (65-60) y trajo, de paso, el único error español en los tiros libres.
El partido era una guerra, con los nervios a flor de piel. Estaba en juego la final de un Eurobasket y nadie iba a ceder. Spanoulis, desde luego, no: un 2+1 sacaba a Grecia de 4:13 sin anotar (65-63), y una técnica a Rudy Fernández daba a Diamantidis la posibilidad de empatar (65-65) y, acto seguido, Papadopoulos anotaba. Parcial 0-7 en apenas 30 segundos (65-67)
Navarro y Calderón disparan a la Selección
España estaba ofuscada con el arbitraje. Afición, jugadores y banquillo. Había que jugar y olvidarse de ello: Calderón lo hizo con un triple balsámico y Navarro anotó en una ardua penetración; 70-67 a tres minutos del final. Grecia fallaba, pero vivía gracias a su dominio del rebote ofensivo.
A 2:07, Pau Gasol machacaba con fuerza, instantes después Calderón robaba un balón y anotaba en contraataque. La euforia inundaba el pabellón cuando Pepu solicitaba un tiempo muerto a 1:44. La victoria, la final, estaba más cerca: 74-68. Pero Grecia es muy guerrera y de estas ha remontado varias... todavía habría que sufrir.
Spanoulis acercaba a los helenos (74-70), pero Calderón pescaba otro robo, facilitado por una sabia mano de Garbajosa en la penetración de Vasilopoulos. Los tiros libres de Calderón dieron un margen de tranquilidad (76-70), liquidado acto seguido por un triple de Vasilopoulos (76-73). A 24 segundos Jiménez era objeto de falta y no le tembló la mano: 78-73. Pero Zisis respondía de tres (78-76) y obligaba a Garbajosa a atinar. Tampoco falló. Ni Navarro poco después. ¡España era finalista!
82 - España (24+17+18+23): Calderón (18), Fernández (2), Jiménez (5), Reyes (2), Pau Gasol (23) -cinco inicial-, Garbajosa (6), Navarro (23), Marc Gasol (-), Mumbrú (-) y Cabezas (3).
77 - Grecia (18+21+21+17): Diamantidis (6), Chatzivretas (3), Kakiouzis (8), Dikoudis (8), Papadopoulos (2) -cinco inicial-, Tsartsaris (7), Spanoulis (24), Vasilopoulos (10), Zisis (6) y Papaloukas (3).
Arbitros: Drabkovsky (UKR), Belosevic (SRB) y Ziemblicki (POL). Excluyeron por personales a Tsartsaris (m.40). Señalaron técnica a Pepu Hernández (m.20) y Fernández (m.35).
Incidencias: encuentro correspondiente a las semifinales del Europeo 2007 disputado en el Palacio de los Deportes de Madrid ante unos 15.500 espectadores. Los Duques de Lugo, Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, presidieron el encuentro desde el palco de honor junto a Mercedes Cabrera, ministra de Educación y Ciencia; el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Saez, y el Presidente ACB Eduardo Portela.
Pablo Malo de Molina
ACB.COM