Carlos Arroyo parece haber reservado su mejor baloncesto para la visita al Real Madrid. El puertorriqueño (30-10-1979, Fajardo) firmó el domingo su mejor partido desde que fichara por el Maccabi Tel Aviv: 24 puntos, ocho asistencias y tres rebotes en la victoria ante el Hapoel Jerusalem, que lideraba la Liga. Pero eso ya es historia y Arroyo, que ayer respiraba en Tel Aviv oxígeno electoral -más de cinco millones de israelíes estaban llamados a las urnas- sólo tiene en mente al Real Madrid: "Será un partido muy duro, el Real Madrid es un histórico. No nos vale otra cosa que ganar".
Es cierto. La abultada derrota en Barcelona (85-65) ha dolido y los equipos que dirige Pini Gershon suelen digerir mal esas afrentas. "No podemos jugar como lo hicimos en Barcelona. Allí no tuvimos opciones de triunfo. El Real Madrid exigirá lo mejor de nosotros", apunta Arroyo, quien lamentablemente no podrá librar un duelo en la dirección con Raúl López, quien fuera su compañero en los Jazz de Utah (entre 2002 y 2005). Las virguerías de Arroyo (12,9 puntos, 4,4 asistencias y 3 rebotes de media en Euroliga) deberán ser contrarrestadas por Sergio Llull, quien ha merecido la atención de Gershon, un tremendo analista.
El técnico talismán del Maccabi tendrá a su disposición a toda la plantilla. En ella, Lior Eliyahu, segundo máximo anotador del conjunto macabeo con 14,8 puntos por partido. Él sabe que no vale la pena echar la vista atrás, recrearse en el partido del año pasado en el que la victoria del Maccabi en Vistalegre dejó a los blancos fuera de la Euroliga. "Este Real Madrid es mejor que el de la pasada temporada", avisa. Por lo pronto marcha líder y el Maccabi pretende acabar con ello antes de que el camino de este Top 16 se le torne demasiado cuesta arriba.
H. Martínez / AS
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