El comisionado de la NBA, David Stern, volvió a rechazar las versiones "catastrofistas" que han surgido en los últimos días sobre la crisis económica que afecta a su organización y entre ellas la del entrenador de los Timberwolves de Minnesota, Kevin McHale.
La solicitud de un préstamo de 200 millones de dólares para repartir entre al menos 12 equipos que están teniendo problemas de liquidez en sus finanzas es lo que ha llevado a McHale a expresar que no se puede seguir ocultando la crisis que se vive dentro del deporte y la necesidad de hacer importantes cambios.
Entre ellos, el más urgente, de acuerdo a McHale, es que las grandes estrellas de la NBA y el resto de los jugadores, cuando se tenga que negociar el próximo convenio colectivo, deberán hacer recortes considerables en sus contratos súper millonarios.
McHale, cuyo equipo se encuentra entre los que tienen dificultades económicas y volverá a estar en la lista de los que entren en al lotería para el sorteo universitario, comparó la situación de la NBA con la crisis que se da en las instituciones financieras del país.
"Nos encontramos en la era Fannie Mae, Freddie Mac, de préstamos no-preferenciales, por culpa de los grandes salarios que cobran los jugadores", destacó McHale. "Está claro que algunos tendrán que hacer importantes concesiones en la mesa de negociaciones".
Incluso ya se habla que muchos dueños de los equipos están dispuestos a no jugar durante uno o dos años, si los profesionales no hacen importantes concesiones económicas.
Si ésta es la visión generalizada que se da entre los dueños y directivos de los equipos de la NBA, en el lado de los jugadores, tanto el sindicato como los agentes libres, que representan y defienden sus intereses, son también conscientes de esa realidad.
El agente más poderoso que representa a los jugadores de la NBA, David Falk, admitió en declaraciones al periódico "The New York Times", que se avecinaban tiempos "muy difíciles".
Falk definió como "muy, muy extremas" las rondas de negociaciones que se den para discutir el nuevo convenio colectivo, que podrían iniciarse a partir del próximo año, si ambas partes no llegan al acuerdo de extender el vigente por una temporada más, a partir de la del 2010-2011.
Todos los indicios muestran que los dueños querrán sentarse de inmediato en la mesa para comenzar la negociación de un nuevo convenio colectivo y, por lo tanto, no habrá ampliación del vigente por una temporada más.
Mientras, Stern, durante una participación en la Universidad de George Washington, admitió que probable tengan que hacer algunos ajustes en la liga para seguir funcionando en el contexto de la crisis económica mundial, pero reiteró que siempre habían logrado superar con éxito las situaciones difíciles.
"No puedo estar de acuerdo con los que presentan un futuro catastrofista en la liga por la actual crisis económica, que como es lógico nos afecta", valoró Stern. "Estamos preparados y haremos los ajustes que sean necesarios".
Sin embargo, los expertos económicos llevan ya años insistiendo, como sucedió con la crisis de las instituciones financieras, que el sistema de la NBA tiene por completo hipotecado el valor real y patrimonio de los equipos con los salarios que paga a los jugadores.
Muchos de ellos que tendrán que recibir parte de sus contratos millonarios a largo plazo.
"Es lógico que la NBA se vea afectada por los acontecimientos económicos del momento, pero las predicciones de la desaparición de la NBA fueron frecuentes y profundas (a lo largo de los años), y siempre han estado equivocadas", recordó Stern.
El comisionado de la NBA insistió que siempre habían conseguido hacer los ajustes y cambios necesarios para que la organización siguiese adelante.
Stern, que tiene un salario de 10 millones de dólares anuales, ya ha aprobado el despido de personal administrativo que trabaja en la NBA a través de todo el mundo.
"No soy demasiado pesimista. Creo que cuando veamos para dónde va la economía, tal vez sea necesario hacer algunos ajustes a nivel de equipos y a nivel liga", admitió Stern.
El comisionado de la NBA también tuvo palabras diplomáticas hacia los jugadores y el sindicato, a los que considera "responsables" para entender la grave crisis económica por la que atraviesa el país.
"Creo en nuestros jugadores y en nuestro sindicato, tenemos un grupo de profesionales realistas que comprenden las necesidades de los aficionados y patrocinadores, por lo que confío en que vamos a encontrar alternativas válidas", señaló Stern.
El comisionado de la NBA insistió en que este año el crecimiento en los ingresos será del uno o el dos por ciento con relación a la pasada temporada, aunque reconoció que su temor será para la próxima.
"Definitivamente, podemos ver que nuestros patrocinadores están afectados por la crisis y buscamos la manera de minimizar ese daño y seguir trabajando juntos", destacó Stern. "No soy ni optimista ni pesimista, sólo me preparo para lo peor y espero lo mejor, mientras intentamos encontrar estabilidad en una tormenta económica".
Terra Deportes/EFE
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