No se si alguien le habría dicho al entrenador Scott Roth sobre las declaraciones del presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) a su regreso al país. Pero de que esas palabras empaparon por uno u otro lugar, lo hicieron, unido al buen servicio del primero. Leer Primera Hora (diario puertorriqueño) del sábado 25 de agosto del año en curso no me deja mentir.
Señalé días atrás que Roth debería continuar al frente de la selección dominicana y que estaba en desacuerdo con las declaraciones del cabecilla federativo en el sentido de que: “cualquiera puede dirigir”. Podríamos adelantarnos y señalar que hubo maldad en estas palabras. Nadie sabe lo que ronda en las cabezas del ingeniero Herasme y de nuestro flamante director de selecciones nacionales, Héctor Báez.
Pero del que el gringo logró su quehacer, lo hizo, lo obtuvo con creces. De bajo perfil, sin estridencias, fue un bálsamo para un grupo convulsionado, y ya otros andan tras sus pasos. En Puerto Rico le han puesto el ojo y posiblemente esté al frente de los Vaqueros de Bayamón para la temporada 2008 del Torneo de Baloncesto Superior. Si FEDOMBAL no entiende que se dispararon las alarmas, le pesará.
Los boricuas desde siempre han estado al frente en esto de contratar dirigentes foráneos para sus equipos, aunque desde algún tiempo los locales se han ganado su lugar, ha existido una magnifica cosecha: Carlos Morales, Raymond Dalmau, Flor Meléndez, Julio Toro, Ángel –Caco- Cancel, Carlos Mario Rivera, Carlos Calcaño, Ángel López Panelli, Manolo Cintrón, entre muchos, pero quizás ha llegado la hora de cambiar de aires.
En tiempos recientes estuvo Sam Worthen trabajando en la liga puertorriqueña, es el último que recuerdo, pero ha habido muchos y de los mejores: Del Harris, Tom Nissalke, Gene Bartow, Lou Rossini, Robert Corn, Phil Jackson, Tex Winter, Jim Apicella, Gene Lynam, Red Holzman, Herb Brown, Ray Amalbert y siga contando.
Hubo un cambio a nivel internacional y hoy a que jugar diferente. La gestión defensiva es vital, controlar del balón, posesiones largas, escasas bolas perdidas en ataque, efectividad en lances libres, sistemas ofensivos que involucren todo el personal e impedir del contraataque del rival. Ir contra esta corriente, en estos momentos solo lo pudiera hacer un Dream Team de 1992 o un quinteto con Jason Kidd a la cabeza que hasta la fecha tiene la odiosa marca de 32-0 frente a sus oponentes internacionales (incluyendo estas primeras 4 victorias en Las Vegas).
Hace años le mencioné al mismo ingeniero Herasme que debería tratar de conseguirnos a un europeo o a un argentino y la respuesta llana y simple fue: “nosotros no sabemos jugar así”. Quizás el destino, quizás la buena estrella, quizás la suerte del inexperto puso a Mr. Roth en su camino. No es que sea el único, ni el mejor, pero al jugar y trabajar en Europa algo captó de cómo corren las corrientes en este mundillo.
Debe apresurarse la FEDOMBAL y contratar a este hombre de manera urgente, con garantías, y como señalé en un trabajo anterior, permitirle moverse a su libre albedrío, contactar a los sectores que adversan esta dirigencia, observar a los jugadores desafectados y mirar el futuro, que es amplio y con mayor criterio del juego de las canastas.
Roth ya está en la mira de otros. En el caso especifico de Puerto Rico, Bayamón ha dado muchas veces con los mejores entrenadores del mercado y esta podría ser una oportunidad inmensa para este trotamundos, que con solo ajustar algunas cosas puso a jugar convincentemente a los dominicanos. El fracaso de Manolo Cintrón al frente de la selección boricua podría ser otra puerta.
Si Mr. Roth no es para nosotros, que sea para nuestros vecinos. Dicho está, este hombre quiere llegar a Turquía, quizás a cualquier precio.
Por Luis R. Madera Campillo
Señalé días atrás que Roth debería continuar al frente de la selección dominicana y que estaba en desacuerdo con las declaraciones del cabecilla federativo en el sentido de que: “cualquiera puede dirigir”. Podríamos adelantarnos y señalar que hubo maldad en estas palabras. Nadie sabe lo que ronda en las cabezas del ingeniero Herasme y de nuestro flamante director de selecciones nacionales, Héctor Báez.
Pero del que el gringo logró su quehacer, lo hizo, lo obtuvo con creces. De bajo perfil, sin estridencias, fue un bálsamo para un grupo convulsionado, y ya otros andan tras sus pasos. En Puerto Rico le han puesto el ojo y posiblemente esté al frente de los Vaqueros de Bayamón para la temporada 2008 del Torneo de Baloncesto Superior. Si FEDOMBAL no entiende que se dispararon las alarmas, le pesará.
Los boricuas desde siempre han estado al frente en esto de contratar dirigentes foráneos para sus equipos, aunque desde algún tiempo los locales se han ganado su lugar, ha existido una magnifica cosecha: Carlos Morales, Raymond Dalmau, Flor Meléndez, Julio Toro, Ángel –Caco- Cancel, Carlos Mario Rivera, Carlos Calcaño, Ángel López Panelli, Manolo Cintrón, entre muchos, pero quizás ha llegado la hora de cambiar de aires.
En tiempos recientes estuvo Sam Worthen trabajando en la liga puertorriqueña, es el último que recuerdo, pero ha habido muchos y de los mejores: Del Harris, Tom Nissalke, Gene Bartow, Lou Rossini, Robert Corn, Phil Jackson, Tex Winter, Jim Apicella, Gene Lynam, Red Holzman, Herb Brown, Ray Amalbert y siga contando.
Hubo un cambio a nivel internacional y hoy a que jugar diferente. La gestión defensiva es vital, controlar del balón, posesiones largas, escasas bolas perdidas en ataque, efectividad en lances libres, sistemas ofensivos que involucren todo el personal e impedir del contraataque del rival. Ir contra esta corriente, en estos momentos solo lo pudiera hacer un Dream Team de 1992 o un quinteto con Jason Kidd a la cabeza que hasta la fecha tiene la odiosa marca de 32-0 frente a sus oponentes internacionales (incluyendo estas primeras 4 victorias en Las Vegas).
Hace años le mencioné al mismo ingeniero Herasme que debería tratar de conseguirnos a un europeo o a un argentino y la respuesta llana y simple fue: “nosotros no sabemos jugar así”. Quizás el destino, quizás la buena estrella, quizás la suerte del inexperto puso a Mr. Roth en su camino. No es que sea el único, ni el mejor, pero al jugar y trabajar en Europa algo captó de cómo corren las corrientes en este mundillo.
Debe apresurarse la FEDOMBAL y contratar a este hombre de manera urgente, con garantías, y como señalé en un trabajo anterior, permitirle moverse a su libre albedrío, contactar a los sectores que adversan esta dirigencia, observar a los jugadores desafectados y mirar el futuro, que es amplio y con mayor criterio del juego de las canastas.
Roth ya está en la mira de otros. En el caso especifico de Puerto Rico, Bayamón ha dado muchas veces con los mejores entrenadores del mercado y esta podría ser una oportunidad inmensa para este trotamundos, que con solo ajustar algunas cosas puso a jugar convincentemente a los dominicanos. El fracaso de Manolo Cintrón al frente de la selección boricua podría ser otra puerta.
Si Mr. Roth no es para nosotros, que sea para nuestros vecinos. Dicho está, este hombre quiere llegar a Turquía, quizás a cualquier precio.
Por Luis R. Madera Campillo
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