Phoenix (EEUU), 22 mar (EFE).- Un sentimiento mezcla de alegría y de frustración fue lo que expresó el pívot Shaquille O'Neal, de los Suns de Phoenix, después que se convirtiese en el quinto máximo encestador de la NBA.
La alegría la expreso por haber conseguido 13 puntos en el partido que su equipo gano por 128-96 a los Wizards de Washington y le permitió llegar a los 27.411 tantos, la quinta mejor marca en la historia de la NBA, tras superar al legendario ex pívot Moses Malone (27.409).
Sin embargo, al comprobar que para alcanzar el cuarto puesto, que ocupa el también legendario y miembro del Salón de la Fama, el ya fallecido Wilt Chamberlain, necesita anotar 4.008 puntos más, O'Neal fue crítico consigo mismo y dijo que "había perdido el tiempo".
O'Neal de 37 años, y 16 como profesional, admitió que podría haber hecho mucho más y en estos momentos su posición en la lista sería la del número dos.
"Es algo bueno lo que he conseguido, pero me siento un poco descontento conmigo mismo", declaró O'Neal. "Matemáticamente, he perdido tres años de partidos después de fallar más de 5.000 tiros de personal", valoró O'Neal. "Si hubiese hecho mejor las cosas en ese apartado ahora probablemente sería el número dos o tres".
No podrá conseguir ese objetivo porque no llegará a alcanzar ni a Chamberlain, y mucho menos a Michael Jordan (32.292), que es tercero; Karl Malone (836.928), segundo y Kareem Abdul-Jabbar (38.387), que es el líder indiscutible de los encestadores de todos los tiempos.
Aunque O'Neal tiene su versión propia de como puede conseguir darle alcance a Chamberlain al definirlo como "padre ilegítimo", la figura que se da en la película de la Guerra de las Galaxias.
"Mis estadísticas muestran que he sido consistente con lo que he estado haciendo y el siguiente en la lista es mi ilegítimo padre --Wilt Chamberlain--, así que como en la Guerra de las Galaxias, tengo la esperanza que pueda alcanzar a mi padre".EFE
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