lunes, 30 de julio de 2007

Dimayor 2007 Es lo que hay...

Tras anunciar múltiples revoluciones, la principal liga chilena de baloncesto repite el modelo de 2006, aunque con más problemas económicos. Osorno empieza el fin de semana a defender su título.

Se suponía -con especial énfasis en el verbo suponer- que la Dimayor que comienza el próximo fin de semana iba a durar nueve meses, a contar con 16 equipos y a tener ascenso y descenso con una categoría "B" regional funcionando.


Pero la competencia mantendrá su fisonomía: tendrá una sola división y los exactos doce equipos. O sea, la misma historia. Y un poquito peor: perdió los 400 millones que aportó el sponsor principal en 2006, noticia que removió los cimientos de la liga.

Oficialmente, la empresa (Lider) quedó disconforme con el impacto mediático, aunque fue el desorden el que terminó por hartarla. Un ejemplo: en cuatro de los siete partidos de la final entre Provincial Osorno y Liceo Mixto, el gimnasio estuvo colmado de publicidad de otra marca de supermercados.

Pobreza a todo nivel

A poco menos de tres meses del comienzo de esta temporada, la liga estaba técnicamente en la quiebra: no tenía cómo echar a andar el torneo y tuvo que recurrir a un préstamo a los mismos clubes para sobrevivir.

"Por primera vez nos estamos autogestionando. La liga se está haciendo sin apoyo de Chiledeportes, de privados, de nadie. Esperamos cerrar algún acuerdo pronto", dice Luis Cerda, presidente desde hace 27 años de la Dimayor y quien sistemáticamente ha evitado las soluciones radicales, como refundar la liga sólo con los clubes económicamente viables -sean diez, ocho o seis-y a partir de ahí sumar nuevos interesados.

Se opta entonces por la subsistencia, aun cuando parezca el camino con menos futuro: cuesta encontrar alguna voz que esté en contra de alargar el torneo a nueve meses como ocurre en otros países. Pero los deseos chocan con la realidad: la mitad de los quintetos no puede costear durante diez meses el sueldo de los extranjeros (entre dos millones y cuatro millones de pesos al mes cada uno).

"Me alegro que el Estado ponga dinero en las selecciones nacionales", reflexionaba el DT de Chile, Daniel Allende, durante el Super 4 de Valparaíso. "Pero la única forma de que una selección se haga fuerte es reforzando la liga. Así lo hizo Argentina y en doce años explotó".

Dentro de la cancha también hay temas preocupantes. "Simplemente no hay renovación de figuras: son las mismas caras de siempre. Falta una generación joven con más fuerza", dice Miguel Ureta, técnico de la UC.

Es alarmante: los títulos siguen siendo definidos por los mismos nombres que hace cinco años. Y la tendencia a dejar que todas las situaciones ofensivas las resuelvan los extranjeros, deforma la evolución de los chilenos: se cuentan con los dedos de una mano a los nacionales que pueden hacer veinte puntos noche tras noche.

Después, a nivel de selección, la falta de goleo es simplemente llamativa. Y el próximo año hay Sudamericano en Chile...

"Muchos equipos apuestan a que los dos extranjeros hagan 50 puntos y a tener otros tres más o menos ordenados, y así pueden llegar hasta la final de la liga", grafica Mario Spada, quien se estrena en la banca del Deportivo Valdivia.

El ítem entrenadores da para párrafo: son cinco extranjeros en un universo de doce y apenas hay dos nombres medianamente nuevos: Pablo Ares (Liceo) y Carlos Schwarzenberg hijo (Osorno).

"Hay que formar técnicos de nivel con urgencia: es un déficit claro", advierte Carlos Álvarez, de Boston College.

Así, pese a todo, la liga aguanta casi por inercia para mantenerse como la única actividad deportiva rentada del país, además del fútbol. La Dimayor está grande, al borde de los 30, pero no madura.

Los dirigentes dicen que están pensando ya en un 2008 con más equipos, ojalá con el regreso de Colo Colo, con segunda división, con auspicios y con nueve meses de competencia. Ver para creer.

Uno defiende el título, tres atacan con todo

Provincial Osorno ganó la Dimayor 2006 en una épica serie frente a Liceo. Y busca repetir, aunque con prudencia: si bien perdió a un solo nacional -el reserva Samuel Bravo se fue a la Universidad de Concepción-, los sureños volvieron a apretar la billetera. La merma se notará en el nivel de los refuerzos (aún no se define a uno de los extranjeros). La falta de ofensiva será un factor en el equipo que dirige ahora Carlos Schwarzenberg hijo, tras el paso de cuatro años de Daniel Allende.

Los Toros ven tres amenazas. Liceo Mixto es la primera: los andinos reclutaron a los hermanos Sáez y tienen tres titulares de la selección. Pablo Ares consiguió nombres para ganarlo todo, empezando por el "Top Cuatro" (septiembre), que da un cupo para la Liga de las Américas.

Universidad de Concepción fracasó en 2006 y los simplistas culparon al DT Cipriano Núñez. Ahora está Guillermo Narvarte, ayudante de la selección argentina, y quien volverá tras el Preolímpico de Las Vegas. Los penquistas llegan con la moral arriba: anoche superaron por 65 a 55 a Liceo en la final de la Dimayor Centro-Sur (José Luis Campos, MVP, marcó 24).

El último en la cuarteta es Puente Alto: sumó a tres peces gordos -Percy Werth, Germán Siegmund y Francisco Avello- y Carlos Iglesias en la banca se sabe todos los trucos. Y si no... los inventa.

Rezando por la sorpresa

No quieren ser comparsa. En Chiloé puede faltar dinero, pero ganar allá, a gimnasio lleno, no es fácil. Castro y Ancud -que anoche se coronó campeón de la Libsur- lo saben.

En Valdivia, Mario Spada llegó a ordenar la casa y un camarín que, dicen, tiene todas las mañas. El argentino advierte que tiene todo bajo control. Habrá que ver.

En Llanquihue estrenarán gimnasio y buscan la dignidad extraviada durante los últimos dos años. Iván Gallardo ya ganó títulos con el equipo y tiene de vuelta a Leonel Méndez y Carlos Troll. Sumó a Ramiro Vera y aún debe definir al pívot extranjero. Boston College también parece armado.

La UC es una incógnita. Parece despotenciada -Michael Manciel no volvió y juega, por muchos dólares más, en Suiza-, pero los cruzados confían en los jóvenes. ¿Hacen bien?

A no pasar vergüenzas

¿Qué hicieron los planteles de la UDE y Español de Talca durante los siete primeros meses del año? Fácil: nada. Los equipos se restaron de la Libsur y la Dimayor Centro Sur, respectivamente, por problemas económicos.

En Temuco y en Talca juntaron unos pesos y formaron planteles con lo que quedaba libre. Aunque Español, si le apunta a los extranjeros -a veces sí es cosa de suerte-, podría hacerle pasar un mal rato a alguno.

SE REPITE EL SISTEMA DE TORNEO: una fase zonal en dos grupos de seis y después los puntos se dividen en la mitad y comienza un campeonato tradicional de todos contra todos en dos ruedas hasta armar los playoffs.

Rodrigo Fluxá N.
Fuente: Diario El Mercurio

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