lunes, 26 de enero de 2009

UNIDOS POR LA PASIÓN CESTERA


Sandro y Sebastián Figueroa son padre e hijo y compañeros en la cancha

Uno fue leyenda en el básquetbol local y el otro busca hacerse un nombre. Sandro Figueroa, el papá, y Sebastián, el hijo, coincidieron en el quinteto de ex alumnos de los Sagrados Corazones que terminó 3º en la reciente versión de la Copa Alemania. Con características distintas, ambos aportaron al éxito en diferentes etapas del equipo cestero de la Universidad de Concepción

El padre, histórico poste de Petrox, dejó la actividad profesional hace un par de años, pero sigue ligado a la pasión de toda su vida. Actualmente trabaja en el mismo colegio donde estudió, en Hualpén, mientras entrega sus conocimientos en la labor técnica de la resucitada asociación de básquetbol de Concepción

Para Sandro es todo un orgullo eso de alinear en el mismo quinteto de su hijo, con quien alcanzó a jugar en la UdeConce cuando éste hacía sus primeras armas en el básquetbol

"Resulta súper grato jugar jugar con tu retoño, porque no todos tienen la oportunidad de hacerlo al mismo nivel o quizás un poco más bajo, pero la satisfacción de que sea en un mismo equipo. Ya son dos años seguidos los que venimos jugando juntos en la Copa Alemania. Antes hicimos el relevo en cancha cuando jugamos en contra la Dimayor Centro Sur (Sandro por Alemán y Sebastián por la UdeC), lo que es gratificante porque le dejé mi legado y él lo asumió", señala el progenito

A punto de cumplir 21 años, el mayor de los Figueroa Parra reforzó al equipo de su padre pese a no haber estudiado en los Sagrados Corazones (es ex alumno del Kingston College). La posibilidad de mantenerse en forma durante el verano lo motivó a jugar el torneo, en medio de las vacaciones del plantel del Campanil, donde su continuidad es casi un hecho (el único que terminó contrato es Carlos Sepúlveda)

"Es piola jugar acá, más tranquilo y más encima con él. Es otro contexto, con equipos parejos, pero además sirve para moverse", indicó el base auricielo

De Familia

Sandro está casado con Paola Parra, ex cestera de Lord Cochrane, con quien son padres de tres hijos. Sebastián es el mayor y desde pequeño quiso seguir los pasos de su padre. Lo siguen Ellen, también seleccionada chilena pero ahora dedicada a los estudios, y luego Renato, que con cortos cinco años también apunta a un inevitable futuro cestero

"Parece que va a seguir el mismo camino, porque no tiene por dónde hacer otra cosa con toda la familia. A todos lados nos sigue, así que ojalá que siga los mismos pasos de sus padres", agregó Sandro, quien no descarta lanzarse a una carrera como técnico. "Este deporte es muy lindo, pero si se presenta la oportunidad de equipo adulto lo analizaré, porque la actividad de técnico es muy ingrata y requiere el sacrificio de la familia"

Por Erico Soto
Foto: Rinaldo Pinto
Fuente: Diario Crónica

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