Argentina le jugó a Estados Unidos con mayoría de suplentes a lo largo del partido y logró sacar adelante un gran juego ante el Dream Team. Cayó finalmente 91-76 pero ganó el segundo tiempo 46-42. Argentina lo dejó en menos de 100 puntos y evitó como premisa fundamental el show de volcadas. Ahora un día de descanso y el partido que importa el sábado con Brasil.
No era imaginable, pero este partido representó para el público de Los Estados Unidos, (al menos este de Las Vegas) que el partido les importa y mucho. Se notó al comienzo, en la ceremonia de los himnos.
Luego, cuando la pelota fue al aire para abrir el partido la cancha estalló en un alarido. Habría que ver si la mayoría del público sabe que la revancha de Indianápolis 2002 y Atenas 2004, no es con este quipo. Pero no caben dudas que les importaba el juego.
En la sumatoria de situaciones nos quedamos con lo siguiente: No pudieron correr el contraataque ni hacer tantos firuletes como deseaban. Les salió bien en un par de contraataques y dos o tres alley hoops. Luego los datos son contundentes: En todo el partido hicieron 12 puntos de Fast Break cuando promediaban 29.5. Además tenían un promedio de 117 puntos a favor y llegaron a 91. Por último: es la primera vez que pierden un tiempo.
¿Alguno piensa que no jugaron a humillarnos?. En el único momento que Estados Unidos plantó bandera fue en el minuto final. Antes solo pensaron en lo único que piensa esta selección: aplastar al rival. Por eso ayer ante Uruguay no jugó Carmelo Anthony y Kobe Bryant apenas sumó un par de minutos.
El partido comenzó con una demostración lujosa de efectividad de los locales liderados por un Kobe Bryant majestuoso. El escolta de Los Angeles Lakers dio un recital de puntos (15) en el primer cuarto. Fue la única vez en el torneo que se lo extraño a Manu Ginóbili. Delfino no pudo detenerlo.
El Dream Team hizo uso y abuso del tiro de tres puntos (6/11) sin tomar muchos tiros cercanos al canasto (3/6 en dobles) y sacó grandes ventajas. Así se llevó el primer cuarto 28-13 con Argentina que solo contestaba con Scola (8).
Sergio Hernández comenzó la rotación en el cuarto inicial, (nunca lo hizo en el torneo) y demostró que el objetivo no era ganar, sino la decencia. Metió a Kammerichs, Leo Gutiérrez y Leiva. Luego entraron uno a uno todos los jugadores, casi todos jugaron la misma cantidad de minutos y quienes más jugaron fueron Delfino y Prigioni (24 min). Distinto a USA que utilizó 31 minutos a Lebron James y 24 a Carmelo Anthony. Kobe Bryant sumo 23 minutos.
La diferencia del segundo cuarto se estabilizó en los 19 puntos, después de comprobar que nuestra noche con los triples era pésima (0/8 en el segundo cuarto 1/13 en el primer tiempo). Con dichos porcentajes hubiera sido difícil ganarle a Islas Vírgenes, por lo tanto, al Dream Team había que rezar que no sea un papelón.
En el segundo tiempo, Hernández decidió seguir con un mix de suplentes y titulares, en cambio el coach Krzyzewski, mandó de nuevo a sus titulares. Allí empezó una guerra muy particular. Evitar la humillación a la que te quiere infringir Estados Unidos en nombre del Show. Cada punto tenía que ser fabuloso. Argentina no cayó en muchas de las tantas acrobacias que intentaron y de no ser por nuestra pésima puntería (5/21 en triples y 23/47 en dobles) el Dream Team la hubiese pasado mal.
La rotación argentina encontró soluciones ofensivas en Diego Lo Grippo, un poco de Paolo Quinteros y dos triples de Leo Gutiérrez. NO mucho, pero lo suficiente para bajar la diferencia, basado en una defensa generosa, siempre activa y con la premisa de romper el “jogo bonito” del Dream Team.
Luego del partido abrió para los periodistas el debate de porque Estado Unidos insiste en la pedantería para jugar. El comentarista habitual de las transmisiones de ESPN, Carlos Morales nos dijo con su inconfundible acento portorriqueño: “La diferencia que tiene el Dream Team con los equipos de NBA es que en la Liga la gente quiere que los equipos ganen, con su selección quieren que gane y humille al rival”.
Por los datos antes dichos tenemos motivos para decir que el resultado es ampliamente satisfactorio. Fue un juego que debíamos pasar pensando en Brasil, nuestro gran rival del sábado, donde nos jugaremos el pasaje a Beijing. Y que Dios no se acuerde de nosotros… no sea cosa que tengamos la suerte divina de tomar revancha el domingo. Aunque esto sea sólo un ruego.
Síntesis:
Argentina (76): Pablo Prigioni 0, Carlos Delfino 7, Matías Sandes 0, Luis Scola 20 y Román González 2 (FI); Leonardo Gutiérrez 9, Antonio Porta 2, Paolo Quinteros 8, Martín Leiva 6, Federico Kammerichs 9, Diego Lo Grippo 11 y Juan Gutiérrez 2. DT: Sergio Hernández.
Estados Unidos (91): Jason Kidd 0, Carmelo Anthony 18, Kobe Bryant 27, Lebron James 15 y Dwight Howard 9 (FI); Chauncey Billups 10, Tayshaun Prince 7, Amare Stoudemire 2, Deron Williams 0, Michael Redd 3, Mike Miller 0 y Tyson Chandler 0. DT: Mike Krzyzewski.
Parciales: 13 - 28 / 30 - 49 / 52 - 73.
Árbitros: Jose Carrion (Puerto Rico) – Carlos Dos Santos (Brasil) y Mike Homsy (Canadá)
Estadio: Thomas and Mack Center - Las Vegas.
Pablo Tosal – Enviado especial a Las Vegas
www.pickandroll.com.ar
No era imaginable, pero este partido representó para el público de Los Estados Unidos, (al menos este de Las Vegas) que el partido les importa y mucho. Se notó al comienzo, en la ceremonia de los himnos.
Luego, cuando la pelota fue al aire para abrir el partido la cancha estalló en un alarido. Habría que ver si la mayoría del público sabe que la revancha de Indianápolis 2002 y Atenas 2004, no es con este quipo. Pero no caben dudas que les importaba el juego.
En la sumatoria de situaciones nos quedamos con lo siguiente: No pudieron correr el contraataque ni hacer tantos firuletes como deseaban. Les salió bien en un par de contraataques y dos o tres alley hoops. Luego los datos son contundentes: En todo el partido hicieron 12 puntos de Fast Break cuando promediaban 29.5. Además tenían un promedio de 117 puntos a favor y llegaron a 91. Por último: es la primera vez que pierden un tiempo.
¿Alguno piensa que no jugaron a humillarnos?. En el único momento que Estados Unidos plantó bandera fue en el minuto final. Antes solo pensaron en lo único que piensa esta selección: aplastar al rival. Por eso ayer ante Uruguay no jugó Carmelo Anthony y Kobe Bryant apenas sumó un par de minutos.
El partido comenzó con una demostración lujosa de efectividad de los locales liderados por un Kobe Bryant majestuoso. El escolta de Los Angeles Lakers dio un recital de puntos (15) en el primer cuarto. Fue la única vez en el torneo que se lo extraño a Manu Ginóbili. Delfino no pudo detenerlo.
El Dream Team hizo uso y abuso del tiro de tres puntos (6/11) sin tomar muchos tiros cercanos al canasto (3/6 en dobles) y sacó grandes ventajas. Así se llevó el primer cuarto 28-13 con Argentina que solo contestaba con Scola (8).
Sergio Hernández comenzó la rotación en el cuarto inicial, (nunca lo hizo en el torneo) y demostró que el objetivo no era ganar, sino la decencia. Metió a Kammerichs, Leo Gutiérrez y Leiva. Luego entraron uno a uno todos los jugadores, casi todos jugaron la misma cantidad de minutos y quienes más jugaron fueron Delfino y Prigioni (24 min). Distinto a USA que utilizó 31 minutos a Lebron James y 24 a Carmelo Anthony. Kobe Bryant sumo 23 minutos.
La diferencia del segundo cuarto se estabilizó en los 19 puntos, después de comprobar que nuestra noche con los triples era pésima (0/8 en el segundo cuarto 1/13 en el primer tiempo). Con dichos porcentajes hubiera sido difícil ganarle a Islas Vírgenes, por lo tanto, al Dream Team había que rezar que no sea un papelón.
En el segundo tiempo, Hernández decidió seguir con un mix de suplentes y titulares, en cambio el coach Krzyzewski, mandó de nuevo a sus titulares. Allí empezó una guerra muy particular. Evitar la humillación a la que te quiere infringir Estados Unidos en nombre del Show. Cada punto tenía que ser fabuloso. Argentina no cayó en muchas de las tantas acrobacias que intentaron y de no ser por nuestra pésima puntería (5/21 en triples y 23/47 en dobles) el Dream Team la hubiese pasado mal.
La rotación argentina encontró soluciones ofensivas en Diego Lo Grippo, un poco de Paolo Quinteros y dos triples de Leo Gutiérrez. NO mucho, pero lo suficiente para bajar la diferencia, basado en una defensa generosa, siempre activa y con la premisa de romper el “jogo bonito” del Dream Team.
Luego del partido abrió para los periodistas el debate de porque Estado Unidos insiste en la pedantería para jugar. El comentarista habitual de las transmisiones de ESPN, Carlos Morales nos dijo con su inconfundible acento portorriqueño: “La diferencia que tiene el Dream Team con los equipos de NBA es que en la Liga la gente quiere que los equipos ganen, con su selección quieren que gane y humille al rival”.
Por los datos antes dichos tenemos motivos para decir que el resultado es ampliamente satisfactorio. Fue un juego que debíamos pasar pensando en Brasil, nuestro gran rival del sábado, donde nos jugaremos el pasaje a Beijing. Y que Dios no se acuerde de nosotros… no sea cosa que tengamos la suerte divina de tomar revancha el domingo. Aunque esto sea sólo un ruego.
Síntesis:
Argentina (76): Pablo Prigioni 0, Carlos Delfino 7, Matías Sandes 0, Luis Scola 20 y Román González 2 (FI); Leonardo Gutiérrez 9, Antonio Porta 2, Paolo Quinteros 8, Martín Leiva 6, Federico Kammerichs 9, Diego Lo Grippo 11 y Juan Gutiérrez 2. DT: Sergio Hernández.
Estados Unidos (91): Jason Kidd 0, Carmelo Anthony 18, Kobe Bryant 27, Lebron James 15 y Dwight Howard 9 (FI); Chauncey Billups 10, Tayshaun Prince 7, Amare Stoudemire 2, Deron Williams 0, Michael Redd 3, Mike Miller 0 y Tyson Chandler 0. DT: Mike Krzyzewski.
Parciales: 13 - 28 / 30 - 49 / 52 - 73.
Árbitros: Jose Carrion (Puerto Rico) – Carlos Dos Santos (Brasil) y Mike Homsy (Canadá)
Estadio: Thomas and Mack Center - Las Vegas.
Pablo Tosal – Enviado especial a Las Vegas
www.pickandroll.com.ar
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