martes, 10 de julio de 2007

Amor a la camiseta

Andrés Nocioni, ya sin dolor en el pie, archivó su renuncia y empezó a entrenarse con un preparador físico en General Pico. "Tiene muchas ganas de estar en el Preolímpico", declaró su agente.

Alguna vez, en un foro, un hincha realizó una comparación que, si bien exagerada, supo describir a Andrés Nocioni: "Es como Terminator. Lo pueden cortar en pedazos, hasta las piernas, que eso no lo detendrá...". Las palabras "frío" y "calculador" no son precisamente las que describen a Chapu. Mejor le caen "sangre caliente" y "puro corazón". Esa pasión lo hace un caballo salvaje, alguien a quien no le importa tomar riesgos... Así siente el básquet y los hinchas lo aman por eso.

El alero está dando otra prueba de entrega sin límites. En General Pico, donde disfruta de sus vacaciones, comenzó a entrenarse el jueves pasado con un preparador físico con el objetivo de jugar el Preolímpico, según le confirmó su representante, Claudio Villanueva, a Olé. "Tiene muchas ganas. Está tratando de recuperar el músculo. Si lo hace y siente fuerza en la zona no tendrá problemas en jugar", contó. Mientras muchos se bajan (11 en total), no todos por motivos entendibles, Chapu da la cara, en un ejemplo de amor a la camiseta...

Nocioni había renunciado el 24 de mayo, una semana después de haber sido eliminado por los Pistons. Noce se había perdido 28 partidos de la fase regular y jugado los playoffs con dolor en su pie derecho. "Esta maldita fascitis plantar que arrastro desde hace meses me tuvo a maltraer. Esta situación y los tremendos dolores que me producían llevaron al cuerpo médico de los Bulls a tomar una decisión: me inmovilizaron el pie y tendré que estar en estas condiciones durante seis o siete semanas", sostuvo. Le costó tomar la decisión, no se bajaba desde que empezó a jugar, en el 99... Pero no le quedaba otra. No hubo ilusiones cuando llegó al país hace 40 días, con una bota ortopédica y diciendo que el pie todavía le dolía y la lesión lo preocupaba... Pero, de repente, todo empezó a cambiar. El pie ya no le duele y no hay rastros de la lesión. Por eso decidió empezar a moverse para ver si llega de la mejor forma posible al debut del 23 de agosto, en Las Vegas.

Con su reincorporación, el grupo se potenciaría mucho. Sirve de inyección anímica para el resto y ocuparía un vacío enorme que dejaron las renuncias de Walter Herrmann y Hernán Jasen. Con Prigioni, Delfino, Chapu y Scola en el quinteto titular se le puede pelear a cualquiera. Sólo faltaría que Rubén Wolkowyski, quien no da señales de ningún tipo, responda sobre si irá... De lo contrario habría que echar mano a Román González, pivote de Peñarol, como el titular.

Chapu no quiere ponerse la ropa de héroe o de salvador. Pretende el perfil bajo. Pero con esta actitud ya tiene a la gente en el bolsillo.

Fuente: Diario Olé

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