El base cordobés reconoció que tuvo una charla profunda con el entrenador porque había cosas que no le cerraban, además de cuestiones personales, pero tras la conversación con el DT salió muy conforme.
"Venía de una semana complicada por cuestiones personales, familiares. La verdad es que estoy extrañando mucho y eso, sumado a cosas deportivas que no me cerraban, hacía que no quisiera seguir en el equipo".
La frase de Bruno Lábaque es contundente aunque, conociéndolo, era sabido que la sangre no llegaría al río. Su pasión por el club que preside su padre no iba a permitirle seguir con ese ímpetu que derivó en una reunión frontal con Rubén Magnano.
"No te voy a decir qué cosas eran las que me molestaban, pero tuvimos una charla bárbara, en la que me reconoció algunas situaciones y en otras me hizo dar cuenta que el equivocado era yo", dice Bruno.
Hace tiempo que en Córdoba vuelan los rumores y, con Atenas otra vez en los primeros planos, muchos medios siguiéndolos y una cadena de derrotas inesperada, era lógico que algo saltara en algún momento.
"Se hizo un mundo de la situación, pero no fue para tanto. Rubén es un entrenador muy duro, pero a mí el tipo me puso muy bien. Vive para esto y fuera de la cancha es un fenómeno", agregó Lábaque.
Tras la comentada reunión, en la que pudieron ponerse de acuerdo en las diferencias que mantenían, Lábaque jugó uno de sus mejores partidos de la temporada ante Independiente, saliendo como suplente, anotando 16 puntos. La tensión bajó deciveles y el triunfo, como siempre, tranquilizó las aguas.
Fuente: Basquet Plus
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