lunes, 23 de marzo de 2009

Paulo Henríquez: ''No creo en los diagnósticos, sé que volveré a caminar''


El base habla por primera vez después del accidente que lo dejó parapléjico, relatando su dramática situación actual.

En sólo cuatro meses Paulo Henríquez ha vivido más emociones que en sus 33 años de vida. El basquetbolista valdiviano conmocionó a todo el ambiente de este deporte cuando sufrió un accidente, el 13 de diciembre del año pasado. Se lanzó en "piquero" contra una ola y en la caída sufrió una fractura cervical que le comprometió la médula y que ahora lo tiene postrado, según los médicos, con opciones nulas de volver a caminar.



Presenta una paraplejia que sólo le permite mover el cuello y los brazos, aunque no controla las manos ni el resto del cuerpo. Algo tan simple como respirar también le cuesta. Sólo puede hacerlo por la boca y recién está reaprendiendo a tomar oxígeno por la nariz. Mientras, debe seguir conectado a un respirador artificial.

El 3 de enero, tras salir de un coma inducido, se dio cuenta de su nueva vida. "Cuando abrí los ojos fue lo peor que he sentido. Me dije: 'Uhhh, ahora sí que debo ser fuerte'".

¿Qué recuerda del accidente?
Ese día fuimos a una playa, como siempre lo hacía. Soy un fanático del mar y me lancé a romper una ola y caí muy fuerte en la arena, ahí me di el golpe en la cabeza y eso me afectó la zona cervical. No perdí el conocimiento inmediatamente, de hecho recuerdo que un amigo que se llama Nicolás Trujillo me sacó. El hizo un gran esfuerzo, porque mide un poco más de 1,60 metro y aún así me rescató (Henríquez mide 1,93 metro). Después estaba paralizado y subí a una ambulancia. Sólo hasta ahí me acuerdo. 

¿Cómo asume el diagnóstico de que no podrá caminar otra vez?
No creo en los diagnósticos, sé que volveré a caminar. Tengo la fe de que lo conseguiré. Sé que hay un largo camino por recorrer y estoy haciendo todo lo que los médicos me dicen para poder recuperarme. Ahora es cuando debo ser más constante. Sólo pido que me ayuden, porque con mi familia vimos que la mejor opción es ir a Cuba a buscar alternativas médicas. Y para eso necesito apoyo.

¿Pensó que iba a recibir tantas muestras de apoyo?
No, para nada. Me emocionó mucho saber que en diversas partes de Chile me han ayudado. Supe lo que hubo en Santiago, Castro y, por supuesto, en Valdivia. Nunca pensé que tanta gente iba a salir en mi ayuda. Eso me llena de orgullo.

Usted no tenía contrato a la hora del accidente. ¿Qué dice a sus colegas que están en la misma situación laboral?
Mi caso debe ser un llamado de atención a todos los jugadores. Es hora de que los basquetbolistas chilenos se unan y hagan valer sus derechos. Esto debe servir de ejemplo, porque no podemos seguir jugando de esta manera, tenemos que protegernos. No podemos seguir así.

por Enzo A. Garrido
Fuente: Diario La Tercera

No hay comentarios: